Hola, soy una alumna de 4º de Pedagogía y hago este blog para representar una ruta literaria de Bécquer por Sevilla. Cada parada representa algo importante de la vida de este poeta, además el fragmento para recitar en cada una de ellas es seleccionado de entre toda su obra, para que mantengan relación.
Espero les guste. Un saludo :)
Ruta literaria de Bécquer
lunes, 21 de enero de 2013
FERIA SEVILLA
La feria de Sevilla.
"Por un lado se ven las blancas azoteas de
Sevilla, los campanarios de sus iglesias, los moriscos miradores, la verdura de
los jardines que rebosa por encima de las tapias, los torreones árabes y
romanos de los muros. La catedral, en fin, con sus agujas airosas, sus
arbotantes fortísimos, sus pretiles calados y la Giralda por remate, que parece
un navío de piedra al anclar sobre los rojizos tejados de la ciudad.”
(Fragmento de “La Feria de Sevilla”, publicado en El Museo Universal, 25 de abril de 1869.)
(Fragmento de “La Feria de Sevilla”, publicado en El Museo Universal, 25 de abril de 1869.)
Torre del Oro
LAS HOJAS SECAS.
El sol se había puesto: las nubes, que cruzaban
hechas jirones
sobre mi cabeza, iban a amontonarse unas sobre otras en el
horizonte lejano. El viento frío de las tardes de otoño arremolinaba las hojas
secas a mis pies.
Yo
estaba sentado al borde de un camino, por donde siempre vuelven menos de los
que van.
No sé en qué pensaba, si en efecto
pensaba entonces en alguna cosa. Mi alma temblaba a punto de lanzarse al
espacio, como el pájaro tiembla y agita ligeramente las alas antes de levantar
el vuelo.
Hay momentos en que, merced a una serie de abstracciones,
el espíritu se sustrae a cuanto le rodea, y replegándose en sí mismo analiza y
comprende todos los misteriosos fenómenos de la vida interna del hombre.
Hay otros en que se desliga de la
carne, pierde su personalidad y se confunde con los elementos de la Naturaleza,
se relaciona con su modo de ser y traduce su incomprensible lenguaje.
Escultura de Bécquer en el parque María Luisa
LA MUJER DE PIEDRA.
Yo guardo aún vivo el recuerdo de la imagen de piedra, del
rincón solitario, del color y de las formas que armoniosamente combinados
formaban un conjunto inexplicable; pero no creo posible dar con la palabra una
idea de ella ni mucho menos reducir a términos comprensibles la impresión que
me produjo.
Calle Laraña, Panteón de ilustres sevillanos.
LA CRUZ DEL DIABLO.
El crepúsculo comenzaba
a extender sus ligeras alas de vapor sobre las pintorescas orillas del Segre,
cuando después de una fatigosa jornada llegamos a Bellver, término de nuestro
viaje.
Bellver es una pequeña
población situada a la falda de una colina, por detrás de la cual se ven
elevarse, como las gradas de un colosal anfiteatro de granito, las empinadas y
nebulosas crestas de los Pirineos.
Los blancos caseríos que
la rodean, salpicados aquí y allá sobre una ondulante sábana de verdura,
parecen a lo lejos un bando de palomas que han abatido su vuelo para apagar su
sed en las aguas de la ribera.
Una pelada roca, a cuyos
pies tuercen éstas su curso, y sobre cuya cima se notan aún remotos vestigios
de construcción, señala la antigua línea divisoria entre el condado de Urgel y el más importante de
sus feudos.
A la derecha del
tortuoso sendero que conduce a este punto, remontando la corriente del río y
siguiendo sus curvas y frondosos márgenes, se encuentra una cruz.
Parroquia San Lorenzo Mártir.
CREED EN DIOS
«Yo
fui el verdadero Teobaldo de Montagut, barón de Fortcastell. Noble o villano, señor o pechero, tú, cualquiera que
seas, que te detienes un instante al borde de mi sepultura, cree en Dios, como
yo he creído, y ruégale por mí.»
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